Cuando somos padres nuestro instinto protector se acelera al maximo, siempre que vamos a dar un regalo debemos tener mucho cuidado al momento de escogerlo, sobre todo al comprarlos para los niños, y es que hay muchos juguetes que están de moda que pueden dañar la salud de los pequeños. En la siguiente historia un regalo de cumpleaños tuvo consecuencias lamentables para el festejado. Pero lo peor de todo, es que es un regalo que todos los niños piden a sus padres en la actualidad.
Era el cumpleaños número 8 del pequeño Damián Gastélum, estaba muy emocionado como es de suponerse, pues sus padres le habían prometido un regalo que él había pedido desde hacía mucho tiempo.
Después de romper la piñata, y cantar las “mañanitas” como es de costumbre, llegó la hora de abrir los regalos, y el pequeño no podía estar más feliz cuando vio su nueva “Tableta inteligente”, era justo lo que había esperado. Agradeció a sus padres brincando de un lado a otro, y se disponía a estrenarla.
Días después sus padres se dieron cuenta que el pequeño pasaba muchas horas frente a su tableta nueva, él ya no quería jugar ni salir con los demás niños como siempre solía hacer, pero lo más extraño de todo, fue que el niño frotaba con mucha fuerza sus ojos, primero pensaron que era normal, pero un par de meses después se dieron cuenta de que algo muy malo estaba ocurriendo…
La tableta del pequeño había llegado con un defecto de fabricación, en el que por una de las esquinas del aparato, salía el cristal líquido que tienen todos los aparatos electrónicos, y lamentablemente, el pequeño niño resultó sumamente alérgico a este compuesto, y cada que tocaba sus ojitos, los llenaba de cristal líquido.
Los distraídos padres nunca notaron esto, hasta que un inesperado día, los ojos del pequeño se pusieron tan enrojecidos que no podía ver bien. Al llegar con el doctor se dieron cuenta de la alergia del pequeño Damián, pero ya era demasiado tarde para poder hacer algo al respecto, pues había perdido casi el 75% de la vista, el doctor sugirió un trasplante de córnea, pero por ser menor de 12 años lo más probable era que su cuerpo rechazara el tejido. De cualquier manera, tuvieron que realizar la operación para quitarle el tejido dañado.
Lamentablemente el pequeño perdió la vista, por ahora deben esperar unos años más para intentar operarlo nuevamente.
Esto debe servir de lección para los padres, siempre hay que revisar muy bien los tipos de regalos que les hacemos a nuestros pequeños, pues hay que considerar su edad y los cuidados que deben tener con un aparato de este tipo porque sin saberlo podríamos estar exponiendo a nuestros hijos a un peligro.